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viernes

kiobo

El otro dia, tuve una experiencia rara: Entre a los sanitarios de la terminal de autobuses en Apizaco, Tlax.
Nunca habia tenido la necesidad de hacerlo, pero esta vez, esa necesidad fue grande.
Empecemos por imaginar unos baños hediondos... que con solo pasar por ahi, shale... es en sobremanera desagradable.
Cobran $2.00 por entrar y asimismo te dan un misero pedazo de papel corriente para limpiarte el trasero.
Cuando entre busque un sanitario que aparentemente estuviera limpio, el olor era inevitable asi que me limite a concluir con el acto que me llevo a meterme ahi.
Si una cosa molesta a las mujeres es hacer del baño de "aguilita", es incomodo y cansado, asi que me apresure.
Mientras tanto, observaba lo que estaba delante de mi, no me extraña que en los baños de uso publico la gente guarra demuestre su sentir en las paredes, pero nunca me habia topado con esas ondas.
No eran corazones con flechas y nombres noooo... no eran sentencias tales como "p*ta fulana"...
Eran dibujos, bosquejos de penes o miembros... grandes, y deformes!!!!
Acompañados de numeros telefonicos de ekis weyes mundialmente desconocidos y afirmando que c*gen rico.
Otras condenas de mujeres virgenes o puritanas totalmente en contra del sexo.
Realmente sera asi?
Total que, termine por no hacer caso, pero mi memoria viajo a mis epocas en prepa y secundaria, cuando las chavas escribian en las puertas de los baños en las paredes algo asi como FULANO.. TE AMO.
Yo nunca lo hice, pero lo que aun no puedo entender es porque lo escribian ahi, en los baños de mujeres.
Creo que a nadie le importaba el sentir de esas chavas para con algun wey, y segundo, pues... Ese wey, a quien creo que si le importaria, nunca lo iba a leer...
En fin... esta experiencia paso de lo asqueroso a lo sorprendente, de lo raro a lo jocoso... y finalmente a lo inexplicable.
Concluyo que la gente en estos tiempos es bastante setsual... Raro??

1 comentario:

limon dijo...

Si es raro, yo he pasado por esos lugares, y pues nada que ver las leyendas de las escuelitas, con las de mujeres ya mayores que posiblemente nunca se han metido, ni han pasado siquiera frente a una escuela